Amiga, eso no es normal: Cómo identificar una relación con un narcisista

No todo lo tóxico es evidente al principio. Este artículo explica qué es el narcisismo, cómo reconocer sus patrones en relaciones personales y cuáles son las señales de alerta más comunes. También brinda orientación sobre qué hacer si identificas este tipo de vínculo en tu vida.

BIENESTAR

8/13/20251 min read

Hay relaciones que nos desgastan más de lo que nos aportan. No siempre es agresión física o insultos evidentes. A veces es algo más sutil, pero igual de dañino: la manipulación emocional, el control disfrazado de amor y el abuso psicológico constante.

En este artículo te hablaremos de cómo identificar si estás en una relación con una persona narcisista o manipuladora. Porque el primer paso para salir, es reconocerlo.

¿Qué es una persona narcisista?

Alguien que constantemente busca atención, se siente superior, pero al mismo tiempo no tiene empatía por los demás. En una relación amorosa, esto se convierte en un ciclo de idealización, devaluación y descarte. Y tú terminas sintiéndote vacía, confundida o incluso culpable por todo.

Señales de alerta:

  1. Todo gira en torno a esa persona. Sus problemas, sus logros, sus emociones. ¿Y tú? Bien, gracias.

  2. Te culpa por todo. Si se enoja, es tu culpa. Si algo sale mal, tú tienes la culpa.

  3. Te aísla. Lentamente te aleja de tus amistades, de tu familia, de tu independencia.

  4. Te hace dudar de ti. Lo que viste, lo que sentiste, lo que pensaste: todo lo pone en duda. (“Estás exagerando”, “eso nunca pasó”).

  5. Solo te valora si le sirves. Si haces algo por él/ella, está bien. Si no, ya no eres suficiente.

  6. Hay mucha intensidad, pero poca estabilidad. Te ama y te odia en el mismo día. Te necesita y luego te ignora.

  7. Siempre terminas tú pidiendo perdón. Incluso cuando no hiciste nada.

¿Qué puedes hacer?

  • Habla con alguien de confianza.

  • Lee y aprende más sobre relaciones tóxicas y abuso emocional.

  • Si te sientes insegura, busca orientación profesional.

  • No estás exagerando. Estás despertando.

Tú mereces una relación donde haya respeto, amor sano y crecimiento mutuo. No una donde tengas que sobrevivir todos los días.